En nuestro camino hacia Jaipur, haremos una parada en Fatehpur Sikri, la ciudad amurallada del gran emperador Akbar. Esta joya arquitectónica, esculpida en piedra rojiza, fusiona con maestría los estilos islámico e hindú, reflejando la grandeza de un imperio que soñaba con la unión de culturas. Entre sus palacios, patios y mezquitas, sentiremos la huella de un pasado que aún susurra historias de esplendor y ambición.

Nos despedimos del legado mogol para adentrarnos en la magia de Rajasthan, tierra de cuentos de Las Mil y Una Noches, de majestuosos maharajás y poderosas maharanis. Aquí, entre dunas doradas y ciudades vibrantes, los descendientes de antiguos guerreros protegen un legado de grandeza, reflejado en los imponentes fuertes y palacios que desafían el paso del tiempo.

Jaipur, la ciudad rosa, nos recibe con su aura real. Nos maravillaremos ante el Fuerte de Amber, una fortaleza dorada que domina las colinas con su esplendor rajput, testigo de un pasado de batallas y grandeza. En nuestra ruta, haremos una pausa para capturar con nuestra mirada el icónico Palacio de los Vientos (Hawa Mahal), cuyas celosías esconden secretos de las damas de la corte, y el sereno Jal Mahal, que flota sobre las aguas como un espejismo.

Al caer la tarde, nos dirigiremos a un templo sagrado para participar en nuestro primer fuego purificador. El crepúsculo, ese instante en que el mundo se equilibra entre la luz y la oscuridad, será el momento ideal para ofrendar nuestros deseos, agradecer y entregarnos a la divinidad.